El otro lado del amor.

Es duro ¿sabes?

Es duro enamorarse de una persona, enamorarse tanto, que es ese amor el que te desgasta. Cada pensamiento, cada palabra, cada suspiro, te desgarra el alma. Tristeza. Odio. Amor. Soy capaz de sentir esas tres cosas cuando se trata de ti. Me entristece quererte tanto que odio hacerlo y sentirme mal por ello. Lloro de rabia cuando lo que tú me hacías era llorar de alegría. Todo ha cambiado hasta tal punto que ya no sé quién soy ni en quién me he convertido. 

Ahora sólo tengo dos opciones: 

Seguir recordando cada parte de tu ser,  u olvidarme de ti por completo para que desaparezca este dolor. 

El comenzar del mañana.

Tras unas pocas palabras puedes notar como tu vida e incluso tu corazón dan un gran vuelco. El cuál te hace reflexionar sobre las cosas que valen y no valen la pena pasar. 

Como muchas veces se habrá escuchado por ahí, ni todo es eterno, ni todo va a estar bien siempre. Eso es algo que tienes que lograr quitarte de la cabeza. 

La vida se va formando gracias a esos errores que cometemos, a esos malos momentos que hacen que los buenos momentos sean buenos, a todas esas personas que tenemos a nuestro lado y sobre todo, se va formando gracias a tu superación del día a día y del saber valorar lo que tienes. 

Te propongo un reto: 

Intenta que cada día al despertar, tengas una meta, aunque sea pequeña, pero tengas una meta que conseguir en el día. Algo que te mantenga con esa preciosa sonrisa durante mucho tiempo. Y que cuando te vengas a abajo puedas recordar y te ayude a mantenerte fuerte. 

¿Lo harás?