Ya no creemos en la ilusión del amor.
Sabemos a las cenizas de nuestra tristeza, es el agridulce sabor del amor encontrado sobre ruinas de corazones vejados.
Somos calor apagado, enterrado en los escombros de nuestros labios.
Sabemos a deseo y dulzura cubierta de amargura.
Somos el cinismo de corazones maltratados.
Sabemos a esperanza y pedazos de ingenuidad.
Somos el resultado de amores fracasados.
Sabemos a que no vamos a ningún lado.
Es el producto de tanta decepción, ya no creemos en la ilusión del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario