Cierro los ojos tan fuertemente que parece que se van a unir
ambos párpados. Lucho con todas mis fuerzas para que no caiga esa lágrima que
abrirá el camino a todas las que vienen detrás. Pero ¿de qué sirve? A patadas
consiguen salir hasta caer en un abismo donde ya no se pueden ver. Consigo parar de llorar pero hay algo dentro
de mí que no se encuentra bien, que está a punto de explotar y es esa rabia que
me recorre cada vez que intento hacer las cosas bien y no lo consigo, que
quiero ayudar y no lo logro.
Dicen que el roce hace el cariño pero también dicen que la
distancia hace el olvido.
No digo más, tú sabrás qué pensar.
Cada uno es dueño de su destino... No te dejes olvidar
ResponderEliminar